Parece imposible querer mezclar a estos amantes tan antagónicos en todo. El panorama de esta relación se perfila como muy negativo. Sin embargo, siempre hay una forma de hacer que las piezas encajen y el león y la cabra podrán servirse de sus aspectos positivos para lograrlo.
Aspectos positivos.
Practicidad: las ganas de Leo de complicar las cosas se toparán con la rígida pared del pragmatismo y la practicidad de Capricornio, por lo que aprenderá que vivir de forma lineal y sencilla, no solo es placentero, sino necesario.
Realismo: el león tiende a soñar despierto, pero su ensueño impactará con el suelo una vez Capricornio le muestre el lado real de la vida.
Romanticismo: Capricornio también tiene mucho para aprender de su apasionado amante y esto es que el romanticismo es un condimento que toda relación necesita para lograr un grado de acercamiento. Si la cabra no está dispuesta a lograr que un crudo abordaje de la realidad termine por devorar la relación, tendrá que entender que los bombones y las flores son inigualables a la hora de dibujar una sonrisa en la cara de un compañero que espera más cosas que simplemente vivir al lado de otra persona para formar una familia.
Aspectos negativos.
Dilapidación del dinero: Capricornio produce y ahorra, mientras que Leo produce y gasta. Lo peor de esta dinámica será cuando a Leo ya no le quede más para gastar y apele a los recursos materiales de la cabra, lo que generará serios altercados.
Vivir para las apariencias: este aspecto le molestará muy especialmente a Capricornio, quien quiere llevar un estilo de vida de acuerdo a sus posibilidades, pero que chocará con la necesidad de Leo de aparentar ser y tener más de lo que la realidad le brinda.
No congenian: la realidad más cruda a la que esta pareja tendrá que enfrentarse es que en verdad no se llevan bien. Tienen ópticas demasiado diferentes y necesidades tan dispares que juntarlos será como querer pegar dos metales diferentes usando agua para la unión.
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