Estos dos signos no cuentan con una compatibilidad muy alta, por lo que sus relaciones no serán todo lo satisfactorias que a ambos les pareció al comienzo. Una vez la novedad se disipe, los problemas se harán presentes.
Aspectos positivos.
Perfección: Virgo es totalmente perfeccionista y a Leo le encanta lucirse ante sus colegas, amigos y todo aquel que lo rodea con sus fantásticas y meticulosas creaciones. Por eso es que se complementarán de forma muy satisfactoria a la hora de buscar buenos resultados.
Detalles: tanto aquellos detalles que tienen que ver con la prolijidad de lo que hacen como aquellos que están relacionados con atender a su pareja y recordar fechas importantes, serán muy tenidos en cuenta por esta dupla que lo que pretende es hacer todo de la mejor forma posible.
Sutileza: los dos son signos diplomáticos y que saben utilizar la cualidad de la sutileza cuando es necesario. Si uno de los dos es más sutil que el otro, este es definitivamente Virgo, del cual el león tiene mucho que aprender si desea seguir cayendo tan bien como siempre.
Aspectos negativos.
Obsesión: la obsesión de Virgo por una perfección extrema, por la limpieza, por la desinfección, para que todos los detalles queden ultimados y por todo lo que se obsesiona a diario, puede llegar a hartar al león, un ejemplar del zodiaco que prefiere una vida tranquila y libre de preocupaciones innecesarias.
Acartonamiento: mientras que Leo es suelto y hasta desgarbado en su forma de ser, Virgo tiende a ser más rígido, lo cual produce en él un acartonamiento en su forma de ser y de pensar. Leo intentará derribar el muro que el hijo de la Virgen construye frente de sí, pero si no logra, dejará de insistir y se irá.
Demasiada efusividad: Virgo prefiere las manifestaciones mesuradas en todos los aspectos. No obstante, Leo es totalmente efusivo y no le gustará que Virgo quiera limitarlo a la hora de manifestar el amor.
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